Episodio 53 - Contra el miedo

Podium

Hemos hecho algo que da verdadero miedo: rendirnos a la actualidad y el tardocapitalismo y hablar del miedo justo a tiempo para Halloween. Pero ni truco, ni trato. A la luz de una hoguera, rodeados de frondosos y oscuros bosques y atemorizados ante la posible presencia de jabalís, debatimos sobre el miedo, sus utilidades, sus dobleces y sobre lo que más miedo nos ha dado en nuestro terreno favorito: el de la ficción, que siempre es una forma elegante de decir "mentira".

Más episodios

Episodio 58 - Contra los buenos

En Arsénico Caviar estamos constantemente al límite de nuestra propia contradicción por culpa del neoliberalismo y el patriarcado, pero una cosa sí que la tenemos clara: odiamos a los buenos. No odiamos la bondad, ojo, sino a ese tipo de persona que siempre se posiciona en un plano moral superior, que dicta y decide cómo debe comportarse (e incluso sentir) el resto de la gente y que te recuerda constantemente lo mal que lo estás haciendo. Porque los buenos, amigos, no son tan buenos y la búsqueda de LA BONDAD pasa, irremediablemente, por asumir que podemos errar, equivocarnos y, en definitiva, ser un poco malos de tanto en tanto. ¿De qué otra manera vamos a aprender?

Episodio 57 - Contra la culpa

Sentirse culpable es una cosa que roza el absurdo. Según nuestra vieja amiga la RAE, la culpa es la “acción u omisión que provoca un sentimiento de responsabilidad por un daño causado”, ¡pero qué tontería! ¿Cuántas veces nos sentimos culpables sin hacer absolutamente nada, sin causar ningún daño, sin realizar ninguna acción? ¿Y cuantisima gente que debería sentirse realmente culpable por sus malos actos duerme cada noche a pierna suelta? Pues eso, la culpa, como el dinero, está mal repartida en este mundo injusto y cruel. Ya no nos sorprende. Por eso reivindicamos librarnos de ese sentimiento tan amargo. Hoy y siempre.

Episodio 56 - Contra el talento

¡El talento! Ese concepto huidizo, misterioso, origen de todo el placer y todo el sufrimiento del mundo. En este episodio nos ponemos las gafas de la presbicia para inventar averiguar por qué unos lo tienen (nosotros, por ejemplo) y otros no y, sobre todo, si sirve de algo por sí mismo si no estás dispuesto a convertirte en un ser humano repugnante y autocomplaciente para demostrarlo al mundo entero. Talentosos sí, pero nunca g*lip*llas.