Podium
La actividad y el ejercicio físico son importantes para nuestra salud en general, y se convierte en esencial cuando atravesamos un proceso oncológico. La actividad y el ejercicio físico no solo ayudan a mantener un peso corporal saludable y a mejorar el bienestar físico y emocional, sino que también puede ser una herramienta valiosa para sobrellevar los efectos secundarios e incluso prevenirlos.
Durante y tras los tratamientos oncológicos, el cuerpo puede experimentar una disminución en la masa muscular y una fatiga intensa debido tanto a la enfermedad como a los tratamientos, además de otros síntomas como el dolor crónico, problemas de movilidad y la hinchazón en los brazos o piernas, entre otros. Además de estos efectos físicos, hay que tener en cuenta los psicológicos, y el ejercicio puede reducir los niveles de ansiedad y depresión.
Hoy hablaremos de cáncer y ejercicio con Inés López, fisioterapeuta de la Asociación Española contra el Cáncer en A Coruña.
Es importante desterrar las visiones sociales metafóricas sobre el cáncer. Todo cuanto nos sucede en esta vida engendra un relato, una manera de contar y explicar lo que nos ha pasado. Cómo nos contamos nuestra propia historia influirá en cómo afrontamos las diferentes situaciones. Durante un proceso oncológico, trabajar en nuestra propia narrativa influirá en nuestra actitud, en cómo vivimos nuestra enfermedad y en cómo el cáncer repercute en nuestra salud mental y comportamiento frente a la enfermedad. Para hablar sobre ello contamos con la ayuda de Carmen Gómez Guerrero, psicóloga de la Sede de Burgos de la Asociación Española Contra el Cáncer.
Hemos hablado mucho en este espacio de cómo el diagnóstico, el tratamiento y las secuelas pueden condicionar nuestra vida laboral, pero a menudo olvidamos a sectores sociales especialmente desprotegidos ante los desafíos de un proceso oncológico. Incluso en personas con un trabajo estable, los procesos de baja y los tribunales médicos son complejos y pueden requerir asesoramiento de una trabajadora o trabajador social. En el caso de situaciones más precarias, como las de las personas que trabajan por cuenta propia y las que se encuentran en situación de desempleo, las complicaciones pueden no ser solo burocráticas sino económicas. Para entender este tipo de situaciones y qué tipo de recursos pueden servir de apoyo tenemos con nosotros a Patricia Velasco, trabajadora social de la sede vallisoletana de la Asociación Española Contra el Cáncer.
En una sociedad en la que nos consagramos a la productividad de una manera obsesiva, los cuidados a veces quedan relegados a un segundo plano. Sucede, sin embargo, que a veces la vida nos presenta una situación donde la necesidad de cuidar a algún miembro de nuestra familia se convierte en el eje central de nuestras vidas. Renunciar al trabajo para cuidar de un ser querido diagnosticado de cáncer es una decisión difícil a la que muchas personas, especialmente mujeres, deben enfrentarse. Hoy vamos a tratar de sumergirnos en las complejidades de esta elección con Héctor Olmedo, psicólogo de la sede de Huesca de la Asociación Española contra el Cáncer, y Cristina Raimúndez, coordinadora de trabajo social de la Junta Provincial de Alicante de la Asociación Española contra el Cáncer.