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Maruja Torres, periodista incombustible; opinadora insobornable; escritora como
única forma de entender el mundo y de explicarse en él, acaba de publicar un
testamento vital, en el que apela a la alegría de vivir; al placer de
abandonarse al cine, "Prefiero una mentira bien contada en una sala de cine de
barrio que un fragmento de insoportable realidad"; a las comidas con los amigos,
al recuerdo de los ausentes, siempre Terence y Vázquez Montalbán" entre ellos,
al sexo, los viajes y, por supuesto y, pese a todo, al periodismo. Todo eso se
encuentra en "Cuanta más gente se muere, más ganas de vivir tengo" (Editorial
"Temas de hoy").
Siempre me ha parecido que la comunicación a través de mensajes instantáneos tiene algo extraño. Ya desde los intercambios por Messenger o Skype me dio la sensación de estar moviéndome en unos parámetros distintos y con una incomodidad que me ha seguido acompañando hasta día de hoy.
El PP ha hecho en Europa lo que se niega a hacer en Valencia: reunirse con quienes sufrieron la DANA. Esteban González Pons recibió a las víctimas de la tragedia después de que lo hubieran hecho, en Bruselas, tanto la presidenta de la comisión como del Parlamento Europeo. Ahora el PP de Valencia les dice que, si quieren una reunión con Mazón, que la pidan, aunque los colectivos dicen que ya es demasiado tarde. Además, Israel ha convocado a la embajadora de España en ese país después de que Sánchez dijera en el Congreso que su Gobierno no comercia "con un estado genocida". Mientras, continúa con la matanza en la Franja de Gaza. La última masacre de Israel en Gaza coincide con la gira de Trump en Oriente Próximo.
Ya sabíamos que Pedro Sánchez se lleva mal con Emiliano García Page o con Javier Lambán. Que le incomodaba tener a Pablo Iglesias en el gobierno. Que volvió a hablar con Ábalos tras cesarlo como ministro, y también que lo recuperó en las listas de 2023. Lo más llamativo no está en el contenido de sus mensajes de WhatsApp, las conversaciones entre Sánchez y Ábalos no muestran nada relevante que no conociese ya todo el mundo.