El sueldo de los trabajadores de las empresas más expuestas a la IA ha caído casi un 5%, según el IESE

Salió ya por fin la sentencia de condena al Fiscal General del Estado. Lo primero que hay que señalar es que es una sentencia bien trabajada que probablemente no convencerá a muchos. El Tribunal Supremo no ha concedido demasiada fiabilidad a las propias declaraciones del Fiscal General del Estado y considera "muy relevante" el borrado de los móviles y el correo. También ha destacado el valor de la testifical de personas como la Fiscal Lastra. En cualquier caso, la sentencia analiza muy detenidamente todas las cuestiones.

Cada mañana me despierto con el ardiente deseo de escuchar y leer las noticias, a ser posible todo a la vez. En este momento, aparte de la extrema derecha mundial y porque quieren dominar el planeta, los únicos seres humanos que tienen esperanza colectiva son los sirios. Y de una guerra civil que ha generado no pocos bandos enfrentados e intrusiones ajenas. Da bastante asco pertenecer a una parte del mundo que observa con complacencia el avance de la ley del más fuerte.

Robe Iniesta, el líder de Extremoduro, ha muerto a los 63 años. En lo judicial, el Tribunal Supremo considera que el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, o alguien de su entorno con su conocimiento, filtró el correo en el que el novio de Isabel Díaz Ayuso reconocía un fraude fiscal. La sentencia, que se ha conocido 19 días después del fallo, le condena también por la nota de prensa en la que desmentía el bulo del jefe de gabinete de Ayuso y sostiene que García Ortiz no puede cometer un delito para desdecir una mentira. Además, las magistradas que discrepan consideran que no es delito e insisten en que no hay ninguna prueba contra García Ortiz.