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El embajador de Irán ante la ONU ha defendido su derecho a defenderse en el Consejo de Seguridad, celebrado esta noche de urgencia tras los ataques de este sábado de Estados Unidos contra posiciones nucleares iraníes. De esta forma Trump entró en la guerra junto a Israel tras más de 40 años de política de contención con Teherán, que anuncian que mostrarán su fuerza. Y mientras, en España, el Gobierno ha logrado un acuerdo con la OTAN para que pueda suscribir la declaración de la cumbre de esta semana sin tener que elevar el gasto militar al 5% del PIB.
Comienza en La Haya la cumbre de la OTAN en la que Donald Trump ya acapara toda la atención por sus exigencias de elevar el gasto militar al 5% del PIB y después de publicar el mensaje que le envió el secretario general, Mark Rutte, en el que prometía que los socios europeos aumentarán su inversión. "Esa será tu victoria", le escribió Rutte a Trump. El republicano ha agitado la actualidad en nuestro país también al criticar la posición de Pedro Sánchez ante este compromiso. Con este contexto internacional y con la petición de imputación para el ministro de Justicia, Félix Bolaños, del juez Peinado, el ejecutivo se somete este miércoles a su última sesión de control del curso político.
Irán ha lanzado misiles contra el sur de Israel después de confirmar el alto el fuego que ha anunciado esta noche Donald Trump, y que ha comenzado marcado por la incertidumbre, entre mensajes de paz del presidente estadounidense en sus redes sociales y el intercambio de ataques entre Irán e Israel. En este contexto de tensión y confusión en Oriente Próximo comienza en la Haya la cumbre de la OTAN, marcada también por la confusión de las declaraciones del secretario general, Mark Rutte, que cree que España tendrá que invertir un 3,5% del PIB en defensa después de llegar a un acuerdo con el Gobierno para que esa inversión no supere el 2,1%.
España rechaza elevar su gasto en defensa hasta un 5% del PIB, un objetivo que la OTAN tiene previsto fijar para sus aliados en la cumbre de la semana que viene en Países Bajos, y que Pedro Sánchez considera "contraproducente", según recoge la carta que ha enviado al secretario general, Mark Rutte. Sánchez argumenta que ese gasto es incompatible con el estado de bienestar.