Podium
Si de algo sabemos las lesbianas es de fantasía: de reconstruir inmensidades a partir de señales casi imperceptibles, de aferrarnos todo lo posible a un mosquetón, un pantaloncito de chándal, una mirada furtiva, un comer con las manos, un encenderse un cigarro con gracia. Ahora y hace 500 años. En honor a esa fe transhistórica en la fantasía del deseo lésbico, rastreamos para el Festival de Literatura Queer en Español en Londres atrevidas menciones y veladas alusiones al deseo lésbico en la literatura de nuestros siglos más favoritos. Un tesoro para sométicas, baldreseras y fricatrices: el regalo navideño más suculento que vais a recibir estas navidades. Las fugaces esperanzas del travestismo escénico, la to-do-list pastoril para tener la mejor primera cita de tu vida y la literatura devocional de exaltación mariana convertida en inesperado pero certero acicate de la polución con una misma. Todo para concluir, como el personaje de Flora en la novela de María de Zayas, que “donde las veo y más tan bellas…se me van los ojos tras ellas”.
Presas del terrible desamparo que nos consume ante un trance que jamás quisimos afrontar, Las hijas de Felipe recurrimos a un rosario de despedidas barrocas, desgarros amistosos y separaciones cortesanas y conventuales para enjugar las lágrimas que empapan nuestros tristísimos ojos. Este episodio, amigas, es un pequeño repaso por el repertorio sentimental de las despedidas barrocas: un intento de buscar en nuestros siglos más favoritos un poquito de aliento para daros una noticia seguramente dolorosa pero también muy necesaria. Pero, por favor, que nadie se hunda en la pesadumbre, que como siempre, al final del recorrido, y del viaje, hay jolgorio y regocijo, sonrisa perpetua y entusiasmo carmelita. Partimos, pero no sin el amparo de nuestro escuadrón angelical de ilustrísimas oyentes.
Las hijas de Felipe es el refugio sonoro del ahistoricismo deliberado, un espacio donde los rincones más remotos de los siglos XVI y XVII y los resquicios más impenetrables del presente se solapan en un anacronismo estratégico para, con suerte, sugerir cavilaciones y conexiones insospechadas. En este episodio en directo desde el Museo Thyssen de Málaga, dialogarán con la exposición Fieramente humanos para pensar los procesos de canonización desde la construcción contemporánea de la fama y la celebridad. Desde los rasgos exactos de Santo Domingo revelados por el demonio a las dominicas de San Plácido hasta las implicaciones del lip combo de Rosalía: un suculento y trepidante recorrido por los vericuetos de la santidad y el estrellato.
Felicísimas de poder aliviar al fin la quemazón que nos carcomía ante la falta de invitaciones para participar en actividades ontológicamente lésbicas, en este episodio grabado en el Festival Visibles de Barcelona, nos entregamos con desenfreno a una apología de lo que más nos encandila y atormenta a las lesbianas: la casuística amorosa. Ayudadas por las enrevesadas herramientas casuísticas de los jesuitas, os enseñaremos todo lo que necesitáis saber para navegar con éxito las pantanosas aguas de la incondicionalidad amorosa; arropadas por Madame de Scudéry y su ramillete de amigas précieuses, militantes de la agamia barroca, os guiaremos por una liosísima cartografía de los afectos para desembocar en el desenfreno lujurioso de Inés de Santa Cruz y Catalina de Ledesma, Las Cañitas, nuestras Tukus barrocas, y desmentir de una vez por todas el mito de la lesbian death bed. Si te urge saber quiénes eran la Holland Taylor y la Sarah Paulson del barroco, si no puedes vivir ni un minuto más sin averiguar cómo acaba el estropicio poliamoroso de Las Cañitas, dale corriendo a play.