Podium
¿De qué hablaba Jorge González cuando decidió que nunca más iba a ser famoso? Para entender esa decisión, que marcaría un antes y un después en su vida, tenemos que conocer su camino. Los años del liceo, la temprana irrupción de su genio musical y de su carácter rebelde. Su encuentro con Carlos Fonseca, el manager que vio en él a la voz de una generación, y el nacimiento de la banda más grande en la historia del rock y el pop chileno.
Luego del intento de la EMI por convertirlo en una superestrella, Jorge González se aferra a su arte para liberarse. Siente que lo quieren volver un producto y, ante eso, decide hacer un disco invendible. Lo que sigue es escaparse de Chile y varios años de experimentación musical: una apuesta por la cumbia electrónica que rompe moldes pero desconcierta a su público; y luego un proyecto caótico, en el que retoma su pasado y enfrenta su fragilidad. Una etapa intensa y desgarradora, en la que Jorge pasará noches oscuras buscando un nuevo futuro.
Jorge González enfrenta uno de los momentos más intensos y desgarradores de su vida. Mientras Los Prisioneros alcanzan nuevas alturas en Latinoamérica, la presión de la fama, la persecución política y las fracturas internas comienzan a derrumbarlos. En medio de rivalidades y conflictos personales Jorge transforma su dolor en música, entregando canciones que lo exponen como nunca antes. El latido más profundo: Corazones.
Un año definitivo en la vida de Jorge González. Mientras trabaja en su primer disco solista junto al renombrado productor Gustavo Santaolalla, Jorge se ve atrapado por las expectativas comerciales de la industria. Empujado por su deseo de ser fiel a su propia esencia, toma una decisión que va a marcar un antes y un después en su vida.