Capítulo 5: Salir del laberinto

Podium

En los 2000, Jorge González intenta reconstruirse. Luego de internarse en Cuba, regresa a Chile decidido a ser él otra vez, y toma una decisión inesperada: reunir a Los Prisioneros originales, después de once años de la renuncia de Claudio Narea. Un plan de ensayos y encuentros secretos para lograr lo que nadie ha hecho: llenar el Estadio Nacional dos noches consecutivas. Aunque regresar nunca es algo sencillo, y pronto las tensiones y los resentimientos del pasado volverán a surgir, esta vez ante los ojos de todo un país.

Más episodios

Capítulo 6: Todo tiene un final

Jorge González siente que ya no puede respirar y decide irse de Chile. Quiere establecerse en México, pero su banda no lo acompaña y pronto entiende que la música ya no es su único refugio. Entregado a una vida familiar, viaja por el mundo con distintos proyectos, mientras su ausencia lo transforma en una leyenda en su país. Y alcanza a grabar una última obra maestra, antes de enfrentar su mayor batalla. Esta vez, no se va a tratar de sus discos ni de la fama ni de Los Prisioneros, sino de su propia vida. Jorge mirará atrás e intentará encontrar una paz que le ha sido esquiva.

Capítulo 4: El futuro se fue

Luego del intento de la EMI por convertirlo en una superestrella, Jorge González se aferra a su arte para liberarse. Siente que lo quieren volver un producto y, ante eso, decide hacer un disco invendible. Lo que sigue es escaparse de Chile y varios años de experimentación musical: una apuesta por la cumbia electrónica que rompe moldes pero desconcierta a su público; y luego un proyecto caótico, en el que retoma su pasado y enfrenta su fragilidad. Una etapa intensa y desgarradora, en la que Jorge pasará noches oscuras buscando un nuevo futuro.

Capítulo 3: El corazón en la mano

Jorge González enfrenta uno de los momentos más intensos y desgarradores de su vida. Mientras Los Prisioneros alcanzan nuevas alturas en Latinoamérica, la presión de la fama, la persecución política y las fracturas internas comienzan a derrumbarlos. En medio de rivalidades y conflictos personales Jorge transforma su dolor en música, entregando canciones que lo exponen como nunca antes. El latido más profundo: Corazones.