La Copa del Mundo de 1974 se celebró en Alemania. Un mundial que contradice a la frase "la historia la escriben los que ganan" porque hoy recordamos mucho más al subcampeón, a Holanda, aquella "naranja mecánica". Un partido en el grupo B que no pasó a la historia por el juego, el resultado o aquel gol tan bonito si no por una situación disparatada. Brasil jugó contra Zaire. Brasil debía ganar sí o sí para clasificarse ante la siguiente ronda. En los últimos momentos del partido Brasil tenía un tiro a favor. De repente, un pateo hacia cualquier parte, una situación extraña, tarjeta amarilla, abucheos y muchas risas.
Qué importante resulta ir bien vestido al estadio. Hay algo en común que tienen los hinchas, el sentimiento de pertenencia. el club les pertenece, los colores. Por eso es muy importante ir con la camiseta del equipo.
Uno no elige cuando convertirse en leyenda como futbolista, eso llega solo. No es fácil. Pero resulta aún difícil convertirse en leyenda siendo hincha futbolero, haciendo poco trabajo y teniendo mucha suerte. Cumplir un sueño de la nada.Corría el verano de 1994, el West Ham empezaba otra exitosa temporada en la temporada inglesa. Steve Davies era uno de los tantos aficionados que seguía al West Ham a todos lados, siempre presente. En uno de los partidos Steve se pasó toda la primera mitad del partido insultado al delantero Lee Chapman. Tanto, que todo el estadio estaba al tanto y controlando cada cosa que vociferaba Steve.Después de que el West Ham hiciera todos los cambios posibles, Chapman se lesiona. El técnico no tiene más jugadores para sustituir, mira a la grada y señala a Steve: "¿Crees que lo puedes hacer mejor que Lee?
El turco Orlando Espip pegadito a la portería al ver que el balón iba ingresar en la portería no tuvo otra idea que apartar el balón, impedir un gol del equipo contrario. El turco Espip se metió en la historia por esa locura, pasó de ser un hincha normal a uno ilustre.
Viajamos en el tiempo al año de los juegos Olímpicos de Sidney, en Australia y volamos directos a Guinea Ecuatorial, un país que fue durante un tiempo colonia española. Su población ronda el 1.200.000 personas y, al ser un país pequeño, siempre es complicado encontrar buenos deportistas. Sus atletas nunca pudieron ganar una medalla, el nivel era alto y la competición complicada, pero el nadador Éric Moussambani no se iba a quedar atrás.Todos los años se otorgan una serie de plazas para países en vías de desarrollo y Éric se coló por esa veta.
Hay gente que desde su nacimiento está destinada a hacer cosas grandes en la vida. Reginald Kenneth Dwight nació en Inglaterra y desde pequeño su padre lo llevaba a alentar a su equipo, lejos del ascenso y con pocas luces, sin haber jugado nunca en primera división. Poco a poco el espíritu de la cancha se fue adueñando de Reginald que se convirtió en una estrella de la música: Elton John.
Los latinoamericanos han tocado el cielo en numerosas veces en uno de los Gran Slams más importantes del mundo: el Roland-Garros. El ecuatoriano Andrés Gómez es uno de ellos: en 1990 pudo ganar a un joven Andre Agassi.Meses antes de este torneo, Agassi comenzó a perder pelo imparablemente. ¿Su solución? Jugar con una peluca. Competía al máximo nivel en un deporte profesional con el pelo, falso, al viento.
‘Estudiantes de la Plata’ es uno de los clubes más importante del fútbol argentino, en presente e historia. Una institución modelo porque desde hace 50 años intentan continuar un estilo de vida y de juego. Desde que los niños entran cuando son pequeños se les inculca una manera de vivir.
En los Juegos Olímpicos de París de 1900 tuvo lugar una situación impensable a día de hoy. Una historia que ya forma del olimpismo mundial. Por aquella época era todo muy bueno, muy fresco, pero las ganas de superarse y ganar llevaron a dos atletas a recurrir a una estrategia de carrera a incluir a una persona que nada tenía que ver con su mundo.Una pareja holandesa que competían en remo vieron que la mejor forma de ganar era quitar peso a su embarcación. La forma en que lo consiguieron, les va a sorprender. Un héroe anónimo, pequeño e indispensable.
Chase nació en 1982 en Quincy, en Illinois, en el seno de una familia católica. A diferencia de otros chicos en su país no le atraía un bate de baseball, tampoco el fútbol americano. A él le gustaba un deporte poco conocido en América en ese momento, el 'soccer', lo que habitualmente llamamos fútbol. Comenzó a golpear el balón con una zurda que prometía, pero volvió a su tierra natal para apuntarse al seminario.