Podium
Año 210 a.C. Continúa la segunda guerra púnica. Las arcas romanas están vacías y ante la necesidad de armar una nueva flota, los cónsules decretan un impuesto a toda la población, que no será muy bien recibido. Para calmar los ánimos y salvar su cuello, el cónsul Marco Valerio Levino propone que sean los miembros de la élite política y económica los primeros en pagar el impuesto para así dar ejemplo a los demás. En el bando cartaginés, la envidia de Hannón provocará la deserción de su mejor comandante en Sicilia.
La batalla de Zama ha terminado, pero la guerra no se cierra en el campo de batalla, sino en Roma. Tras 17 años de sangre, el Senado se enfrenta a su decisión más difícil: ¿Debe Cartago ser borrada del mapa o perdonada para servir a los intereses de la República? En este episodio final de la Segunda Guerra Púnica, asistimos al encendido debate entre los partidarios de la aniquilación y la clemencia de Escipión. Veremos a un Aníbal derrotado reírse en la cara de su propia aristocracia, descubriremos las semillas del próximo conflicto con Macedonia y viviremos en primera fila el Triunfo más espectacular jamás visto en Roma hasta la fecha. 40 toneladas de plata, elefantes encadenados y un general que se convierte en leyenda. Hoy se acaba una era.
En las llanuras de Zama, el destino del Mediterráneo está a punto de decidirse. Tras dieciséis años de guerra, masacres y persecuciones, los dos mejores generales de la Antigüedad se encuentran por fin cara a cara. En este episodio desgranamos el duelo táctico entre Escipión y Aníbal Barca: desde la carga de los ochenta elefantes y los pasillos trampa de las legiones, hasta el polémico papel de la caballería númida de Masinisa. Prepara tu gladius y ajusta tu escudo, porque hoy presenciarás el sangriento nacimiento del Imperio Romano.
En el verano del 58 a. C., poco después de derrotar a los helvecios, César recibe una petición desesperada: los pueblos galos, arrinconados por el rey germano Ariovisto, suplican auxilio. Lo que comienza como una misión diplomática termina convirtiéndose en una carrera frenética hacia Besanzón, un ejército paralizado por el miedo y una batalla decisiva que definirá la frontera del Rin durante siglos.