SER Podcast
Dicen que la cocina es química, pero se quedan cortos. Es física, genética, psicología, ingeniería… Gracias a las ciencias y la tecnología hemos elevado la necesidad de comer a la escala de arte y nosotros traeremos a tres expertos valencianos para hablar de todo ello como excusa para una buena paella: Manuel Garrote, Virginia Gómez y nuestro colaborador, Arcadi Gacía, que repetirá tras estrenar sección imaginando qué habría sido de nosotros sin la agricultura. Amanda traerá un nuevo contendiente a nuestro Inventatlón: el microondas. Mario hablará sobre nuestro amor evolutivo por los bollos y bacterias que comen plástico. Moure nos contará por qué no comemos carnívoros y de dónde salen tantos sabores si, supuestamente, nuestra lengua solo capta cinco.
Érase una vez un programa de ciencia que decidió adentrarse en la literatura. Lilian Bermejo y Adrián Villalba analizan desde la filosofía las implicaciones éticas de la ciencia ficción. Con Laura Toribio volvemos a Frankenstein para ver la ciencia desde la perspectiva de Mary Shelley y cómo cambiamos quimeras de infinita grandeza por realidades que apenas valían nada. Arcadi García nos invita a imaginar un mundo sin papel, poniendo en jaque a la literatura. Ricardo Moure, por su parte, toma lanza en astillero y adarga antigua para defender al Quijote frente a los psicoanalistas de turno y nos cuenta por qué huelen a libro los libros. Finalmente, Mario Panadero nos trae un cómic de 51.000 años y reflexiona sobre el impacto de la ficción en la sociedad.
Ricardo Moure responde en Serendipias a las consultas científicas de los oyentes
¿Quién dijo que ciencia y deporte no pueden ir de la mano? Bueno, lo dice el ideario colectivo, pero se equivoca. Invitamos a Lucía Aguado para hacer ejercicio con ella y que desmienta algunos de los principales mitos de los gymbros. Evelyn organiza las primeras olimpiadas animales (y algún oro nos cae a los humanos). Amanda nos trae la última edición de El Inventatlón con la pulsera inteligente como competidora. Mario nos habla de ratones ciclados y humanos que aguantan hasta trece minutos sumergidos, y Moure nos cuenta por qué está tan fuerte.