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El hijo salvaje de Steve Earle murió en plena pandemia de otra maldita sobredosis. Murió joven, pero dejó una obra enorme. Esta semana recordamos su agitado viaje musical y su turbulenta vida de la mano de Fernando Navarro.
En los primeros años de los noventa hubo una revolución musical que alumbró a una generación de músicos salidos del circuito underground que se había ido creando en los EEUU desde la década anterior con fanzines, sellos y salas y apostaron y defendieron otro tipo de música. Nirvana fue la que derribó la puerta y puso el foco en esa música y en esa escena, por allí se colaron Pearl Jam, Soundgarden o Alice in Chains.Cada una de esas bandas marcó su camino y lograron sus propio hitos. Alice in Chains tuvo un viaje fascinante y un éxito enorme. Tras el poderoso debut, la banda se topó con un reto y muchos obstáculos. El camino no iba a ser sencillo. Dirt, el segundo paso del grupo, se grabó en Los Ángeles durante las salvajes protestas por la agresión a Rodney King. La ciudad estalló en saqueos y enfrentamientos policiales. El grupo tuvo que escapar durante unos días y refugiarse en el desierto. Pero aquel no fue el único problema, tampoco el más grave. La adicción a la heroína de Layne Staley, que recayó durante la grabación, fue un obstáculo enorme.A pesar de todos los problemas, Alice in Chains consiguió facturar un disco rabioso y poderoso con un visión triste y tórrida del amor, las relaciones y la juventud y ese álbum caló profundamente en una generación que abrazó esas canciones y convirtió Dirt en su banda sonora y en himnos generacionales.El impacto de Dirt fue enorme, sus ventas también y por todo ello sentamos estás canciones en el Sofá Sonoro de la mano de Toni Castarnado y Lucía Taboada.Todos los episodios dedicados a discos de los años 90.
En el año 2006 llegó a las tiendas el debut de los Arctic Monkeys, la primera banda surgida de las redes sociales y quizá el último gran grupo de rock de este siglo. Ese fue el primer paso de una banda que rompió las reglas de la industria y que mostró un nuevo camino a muchas que vinieron después. Con desparpajo, tomando riesgos y confiando en ellos mismos, los chicos de Sheffield han ido creando su propio relato y madurando disco a disco.Este viaje de los Arctic Monkeys resulta curiosos y demuestra mucha inteligencia para unos chicos que dieron sus primeros pasos siendo adolescentes, lo que se podía haber quedado en una anomalía, en un golpe de suerte se ha transformado en una carrera fascinante con buenos discos, pasos a ciegas y riegos musicales que no siempre han sido bien recibidos.AM, su disco de 2013, mostró un arriesgado cambio de sonido y una capacidad necesaria para mantenerse en la música: la de evolucionar. Con aquel disco nocturno y arriesgado el grupo inglés mostró matices que iban más allá de crear temas rompepistas. Han pasado diez años desde entonces y el grupo ha seguido su viaje y ha seguido tomando riesgos y con el tiempo se ve la importancia de este disco como el puente entre dos claras etapas. Por todo ello sentamos AM en el Sofá Sonoro y nos adentramos en su historia, en su contexto y en sus canciones de la mano del periodista Carlos Cano y con los reportajes de Lucía Taboada.
Judee Sill atracaba gasolineras antes de cumplir los 20. A esa edad ya iba por su segundo marido y había estado en prisión. Tras unos años al límite la joven compositora se centró en la música y editó dos discos de folk delicado, complejo y hermoso que pasaron sin pena ni gloria muchas veces boicoteados por su propia autora. Tras una bronca con el dueño de su sello, Sill se alejó de la música y murió en el olvido. Hoy en día la figura de Judee Sill está siendo reclamada por diferentes artistas de renombre y su historia recuperada a través de un documental estadounidense y un cómic español. Para recuperar su música y reconstruir su vida hemos invitado al Sofá Sonoro a los autores de 'Éxtasis y redención' (Ed Norma) el guionista Juan Díaz Canales (Premio Nacional de Cómic) y al ilustrador Jesús Alonso Iglesias.