Genesis y la historia del disco imposible

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 Hay bandas que se meten en la música por la gloria, otras por dinero y fama, algunas, solo algunas, lo hacen por el placer de hacer canciones que se hagan eternas.

Genesis comenzó a finales de los años sesenta y arrancó con fuerza y con ganas de comerse el mundo. Es verdad que al principio querían dinero, pero algo hizo click en el interior de la banda que vio que el camino rápido no les llevaba a donde querían y que había dar una vuelta larga y apostar por las canciones para que la gloria acabase llegando. "Nuestra meta en el 69 era hacer dinero, en el setenta también y lo era desde entonces. Y lo intentamos, pero normalmente nos volvemos ambiciosos. Nos volvemos ambiciosos cuando empezamos a pensar en lo que queremos hacer y a diseñar lo que vamos a hacer y eso precisamente suele acabar con el dinero que tenemos en nuestros bolsillos”.

La ambición de la banda se llevaba su dinero, pero esa ambición fue la también la que dejó joyas como Selling England by the Pound, un disco valiente, arriesgado, lleno de rincones en los que perderse y una apuesta que mostró lo mejor de la banda. El quinto disco de Genesis llegó en 1973 y marcó un cambio de rumbo en la trayectoria de la banda que se consagró como uno de los referentes del rock progresivo. Para recordar esta época, estas canciones y esta historia nos acompañan Fernando Neira y Lucía Taboada.

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