La maravillosa delicadeza de Cat Stevens

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En la música no abundan las figuras que están de paso. La música, la fama, es siempre una meta y rara vez un medio, un lugar en el uno está de paso. Ese es el caso de Cat Stevens. El cantante tuvo una irrupción tremenda en la música siendo muy joven.  

Sus canciones tranquilas, evocadoras y poéticas conectaron con un enorme público a comienzos de los años setenta y sus discos vendieron millones de copias. Un día el joven estaba nadando en las playas de Malibú cuando tuvo un susto, uno que le cambió la vida. 

Tras ver la muerte de cerca, Stevens se alejó de la música, se convirtió al Islam y estuvo casi treinta años sin grabar un disco, pero a comienzos de los setenta la realidad era otra. En esa época tan fascinante de la música la irrupción del folk tranquilo y reflexivo de Stevens resultó una anomalía, una genial anomalía.  

Esta semana queremos recordar la historia de aquel joven y recorrer la historia, canciones y contexto que rodeó la edición de Teaser and the Firecat, un disco que marcó la cima del cantante y que recordamos junto a Fernando Neira y Lucía Taboada. 

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Más episodios

Rory Gallagher y la gira más peligrosa de la música

Irlanda en los años setenta era un país peligroso, un país del que la gente que podía huía escapando de las bombas y las balas perdidas. En ese contexto el miedo abundaba y la música escaseaba, nadie quería ir a tocar a Irlanda, incluso los músicos de allí tenían miedo de subirse a un escenario porque ni los pubs ni los locales de fiesta estaban exentos de las explosiones.  Por todo esto extrañó que, a finales de 1973, entre atentados del IRA, Rory Gallagher, un guitarrista de 26 años, anunciase una gira por su Irlanda, no solo eso. Iba a grabar un disco en directo y un documental. Lo que pasó sobre las tablas aquellas noches fue historia del blues e historia de Irlanda, una de las giras más poderosas de la música de los años setenta. A finales de diciembre de 1973 Rory Gallagher, uno de los grandes virtuosos de la nueva hornada del blues, comenzó una gira que pasó por Belfast, Dublín y Cork. Muchas voces aconsejaron a Rory que lo dejase, que no merecía la pena, que no tenía sentido jugarse la vida, pero Gallagher era irlandés, demasiado irlandés, y tenía claro que iba a comenzar el año callando las explosiones con su guitarra, dándole a esos chavales que no veían conciertos en sus ciudades una noche salvaje. Rory cumplió con su promesa y fue reconocido por ello. Su Irish Tour del 74 tiene energía, pasión, amor y transmite y capta algo especial difícil de calificar. Un álbum que eterno al que dedicamos el Sofá Sonoro de esta semana junto a Ricardo de Querol y Lucía Taboada. APÚNTATE AL CANAL DE WHATSAPP DE SOFÁ SONOROEnlace: https://whatsapp.com/channel/0029VaMe1UfH5JM7mh1YQo24

Los rituales salvajes de Jane´s Addiction

La irrupción de Jane´s Addiction a finales de los años ochenta supuso un golpe de aire fresco en el rock de aquella época gracias a una banda única y diferente que mezclaba punk con heavy, con funk y con una puesta en escena repleta de energía y originalidad. Con Nothings Shocking y Ritual de lo Habitual el grupo dejó atrás los ochenta y abanderó los nuevos sonidos de la siguiente década.  Con su segundo disco, Jane´s Addiction consiguió hacer un disco generacional, una colección de canciones que reflejaban los miedos, las ansias y la emoción de ser joven. En sus canciones hay amor y dudas, adrenalina y rebelión, la necesidad de conectar con algo y el laberinto de las adicciones. De esta manera la banda californiana inauguró los años noventa y lo hizo a lo grande en un año extraño en el que estaban cambiando muchas cosas que iban a perfilar la nueva década sonora a coronar a nuevos héroes. El éxito de Ritual de lo Habitual fue tan grande como inesperado y marcó esa tendencia en la que el rock alternativo se iba a convertir en el mainstream de la década, pero Jane´s Addiction no gozaría de su nuevo estatus ya que tras una accidentada gira que arrancó a puñetazos, el grupo se disolvió en su mejor momento.  Años después arrancó un carrusel de regresos, cambios y nuevos intentos de retomar la banda, algunos con mejores resultados que otros. Sin embargo, el grupo llega al presente con un optimismo renovado y será uno de los cabezas de cartel de la edición de este año del festival Azkena, que se celebrará en Vitoria entre el 20 y el 22 de junio y donde también acturará Queen of the Stone Age, Mavis Staples, Sherly Crow o Band of Horses. APÚNTATE AL CANAL DE WHATSAPP DE SOFÁ SONOROEnlace: https://whatsapp.com/channel/0029VaMe1UfH5JM7mh1YQo24

The Cramps y los vampiros psicópatas del rock

Hace setenta años que se hicieron las primeras canciones de rock and roll y en estas décadas hemos visto y oído de todo, bandas originales, grupos diferentes y otros que fueron pioneros. En todo este tiempo no ha habido, y probablemente no habrá, nadie como The Cramps. La banda liderada por Lux Interior y Poison Ivy mostró el lado más perverso de la música creando un mundo propio que mezclaba el rock instrumental de los 50 con la actitud del punk, la estética sado, los cómics, el cine cutre de terror, la literatura pulp y la provocación.Poco se puede decir de una banda que antes de grabar un disco había actuado en un centro psiquiátrico con sus miembros hasta arriba de LSD.Maquillaje al margen, el debut de los Cramps es un disco excelso, fresco y divertido producido por Alex Chilton de los Big Star y con un sonido arrollador y mucho amor por el rock clásico.La banda no llegaría muy lejos, pero marcó un camino propio y mostró una cara auténtica creada a base de mezclar esas cosas que fascinaban a una pareja que se conoció en un curso sobre chamanismo.Esta semana sentamos en el Sofá Sonoro uno de los discos más extraños del rock, el perverso debut de The Cramps, trabajo que recorremos junto a Sara Morales y Lucía Taboada.*Toda la información del programa, discos, recomendaciones y anécdotas de música en nuestro canal de WhatsApp, apúntate y no te pierdas nada*